10- ATAXIA: GENÉTICA, Y ATAXIAS HEREDITARIAS. Por Miguel-A. Cibrián, y Cristina Fernández, ambos pacientes de Ataxia de Friedreich.

Dentro de los cuadros clínicos con ataxia como síntoma principal, existen aquellos donde no hay ningún antecedente familiar de la enfermedad: Se les llama casos esporádicos y son aproximadamente un 60 por ciento del total. El resto son ata xias claramente hereditarias, también llamados casos familiares, que tienen una base genética consistente en una mutación en una serie de genes. Las ataxias hereditarias se trasmiten de generación a generación a través de genes defectuosos. Las enfermedades genéticas, no son contagiosas. Su única vía de transmisión es de padres a hijos a través de los genes mediante los óvulos o las células de esperma en el momento de la concepción del feto de la futura persona.

Las explicaciones de las últimas líneas del párrafo anterior pueden padecer innecesarias y molestar al lector si, por su simpleza, dedujera ser tratado como a un pequeño parvulito recién iniciado en el colegio. Sin embargo, son cuestiones esenciales de entender: Hasta hace pocos años, no más de dos décadas y, sin duda, aún quedarán casos, las ataxias hereditarias eran mantenidas en secreto familiar por prejuicios religiosos y sociales, dando lugar a habladurías desafortunadas si esos problemas salían fuera del ámbito de la familia más cercana. Un ligero conocimiento de la causa de la enfermedad echaría por tierra los malévolos comentarios en esos sentidos. Cualquiera de los pacientes de ataxia (atáxicos) más veteranos hemos sido testigos de tales secretismos redundando, por desgracia, en sentimientos de culpabilidad tanto por parte de los padres como de los propios hijos afectados.

Otra interpretación muy errónea sería pensar que si hablamos de enfermedades genéticas y de baja incidencia, como en la familia nunca ha habido casos de ataxia, nunca podría tocarle a uno. Nadie está exento de padecer en sí mismo o en su descendencia una ataxia hereditaria. Pongamos por ejemplo una ataxia genética, tipo Friedreich que es la más corriente: los portadores del gen anómalo para esa enfermedad pueden ser muchos, que ni han visto la enfermedad en sus antecesores ni la padecen ni por lo más remoto sospechan portar tal anomalía genética, porque la otra copia del gen es correcta y puede trabajar con total normalidad. Y sin embargo, dichos portadores podrían tener hijos atáxicos por la simple casualidad de unirse a otro progenitor también portador. No sólo una sociedad se deshumanizaría si se desentendiera de quienes sufren, sino también debe tenerse presente que nadie puede estar seguro de no poder padecer una ataxia hereditaria o tener hijos afectados por una de estas enfermedades.

Nuestro cuerpo se compone de millones de células de varios tipos. El núcleo es un componente esencial en cada célula. Es esférico y está rodeado de forma característica por una membrana. Dentro del núcleo, las moléculas de ADN y proteínas están organizadas en cromosomas. El cromosoma contiene el ácido nucleico, ADN, que se divide en pequeñas unidades llamadas genes. Los cromosomas suelen aparecer dispuestos en pares idénticos. El ADN del interior de cada cromosoma es una molécula única muy larga y en espiral que contiene secuencias lineales de genes. Los genes, a su vez, tienen instrucciones codificadas para la construcción de las moléculas de proteínas y ARN necesarias para producir una copia funcional de la célula. Los genes determinan las características de una persona. El ser humano tiene 23 pares de cromosomas. Durante la fecundación, se unen el espermatozoide y el óvulo y reconstruyen en el nuevo organismo la disposición por pares de los cromosomas: la mitad de estos cromosomas procede de un parental, y la otra mitad del otro.

Por tanto y en resumen: cada uno de nosotros tiene 23 pares de cromosomas, como si fuera por duplicado, casi en cada célula del cuerpo. Un miembro de cada uno de los 23 pares de cromosomas se hereda de la madre, y el otro miembro de cada par procede del padre. Los humanos tienen aproximadamente 100.000 pares de genes agrupados en los pares de cromosomas. Cada cromosoma contiene 4.000 o más genes (unos cromosomas son mayores que otros). Los genes proveen de instrucciones a las células para hacer las proteínas o químicos esenciales para una vida sana. Cada gen también contiene información que ayuda a la célula a determinar cuándo y cuánto ha de producir de elemento.

Aunque cada célula somática contiene genes idénticos, algunos genes sólo se activan en ciertas células y en determinados momentos. Mientras unos sólo se activan si, o cuando, resultan necesarios, otros genes siempre están trabajando, porque su función es necesaria para la supervivencia de la célula o para realizar tareas diarias.

El cromosoma 1 es el par más grande, y el 22 es el par más pequeño. Los primeros 22 cromosomas, llamados autosomas, son los mismos en varones y en hembras. El par de cromosomas número 23 es diferente en varones y en hembras para determinar el sexo de la persona. Las hembras tienen dos cromosomas "X", mientras los varones tienen un cromosoma "X" y uno "Y".

Todos tenemos en nuestro cuerpo genes que contienen pequeños errores o variaciones, pero la mayoría de tales anomalías no causa enfermedades. El cuerpo tiene que copiar 100.000 genes con precisión al realizar cada óvulo o cada espermatozoide. Durante ese proceso de copia suceden errores o cambios, y una vez ocurrido el error en un gen causante de ataxia, la enfermedad puede aparecer por primera vez en la familia para después transmitirse de generación en generación. Cuando las variaciones no producen daños se llaman polimorfismos. Sin embargo, de vez en cuando, las variaciones son lo suficientemente grandes para causar desórdenes, como es el caso de la ataxia. Mientras a las primeras se les denomina poliformismos, a las variaciones que sí producen enfermedades se les llama mutaciones.

Los genes responsables de las ataxias hereditarias, dentro del cuerpo, se localizan en las células del sistema nervioso. El sistema nervioso es muy complejo y requiere conexiones precisas entre muchas células. Los numerosos genes deben funcionar debidamente para permitir al sistema nervioso trabajar correctamente para que el cuerpo tenga una vida sana.

En las ataxias hereditarias la presencia de una mutación en un miembro de una familia puede ser indicativo de que otros miembros familiares puedan tenerla, aún cuando no hubiesen manifestado aún los primeros síntomas. Tienen un riesgo real de padecerla. Por tanto, la ataxia ya no ha de entenderse en el plano individual, sino en el familiar. Visto así, para poder realizar una buena planificación familiar, es sumamente importante tener una idea clara de la heredabilidad de la enfermedad y de la forma de transmisión hereditaria.

La ataxias hereditarias autosómicas siguen dos patrones distintos de herencia:
1- Herencia Autosómica Dominante.
2- Herencia Autosómica Recesiva.

Aunque con mucha menor prevalencia, también existe un tercer patrón de transmisión de herencia para ataxia, pero no es autosómico, sino ligado al cromosoma sexual X, aunque sea recesivo.